Nunca me entregaron el manual de mi vida. Se debió perder en el envío.
Aprendí a usarla como todo, apretando botones y viendo que pasaba. Me las apañaba bastante bien. Habia funciones que no controlaba, pero no soy un usuario demasiado exigente.
Un día apareció una lucecita naranja, pero no le dí demasiada importancia.
Más tarde comenzó a parpadear y se empezó a escuchar un zumbido preocupante.
Ultimamente la luz está roja, y ya no parpadea.
martes, mayo 4
Archivo del blog
-
▼
2004
(83)
-
▼
mayo
(26)
- Cinco horas y treinta y cuatro minutos.
- Tengo un casco
- Gente piedra
- Seychelles
- Yo estaba antes
- Y si?
- Maestro de nada
- Predicción meteorológica.
- Icono generacional
- Cerrado por defunción
- Telepromoción
- Idea para un negocio
- Vámonos
- Otro inventario vital más (coladas nocturnas)
- Me sé / Me olvido
- Juguetes
- Máquinas
- Ruidos de fondo
- Vivo
- El crío renacentista
- Garza
- Yo piloto
- Desavenencias
- Troubleshooting
- Vivir Sin Decidir - 13 normas para no tener que pe...
- I'm back
-
▼
mayo
(26)