miércoles, mayo 5

Yo piloto


Estrellarse tambien tiene su gracia. Y es mucho más fácil, desde luego. Mantenerse en vuelo nivelado es lo reamente complicado y meritorio.
Lo único que ronda la cabeza del piloto en esos casos de emergencia es escoger un buen sitio donde dejarse caer sin provocar demasiados destrozos. Minimizar los daños. Y con suerte, salir con vida.
Y una vez detenido el avión, aún anclado en el asiento dentro de la cabina semienterrada y humeante, sólo queda relajarse.
Y decirse que a partir de ahora las cosas necesariamente han de ir a mejor.